miércoles, 8 de febrero de 2012

Sobre las preferentes


En estos últimos años de mi vida profesional he tenido que pasar por situaciones muy difíciles, al ver a empresarios, bueno al menos eso es lo que decían ser, cómo se intentaban aprovechar de los males generales.

He dicho empresarios, pero lo puedo extender a autónomos y a particulares. Siempre hay gente que frente a una situación que supone la angustia de unos pocos, intenta apuntarse al carro a ver si le toca algo, o si puede, salvarse el primero.

Vayamos al grano. Ha saltado la polémica sobre los particulares que han suscrito "participaciones preferentes", a través de varias entidades financieras; realmente todas han emitido este activo. Hay muchas páginas donde se explica su funcionamiento así como sus ventajas y desventajas... porque sí, sí tienen ventajas, lo que pasa que ahora solo salen a la luz sus desventajas. Bueno, siempre es así, porque quién no conoce el refrán:  " Solo te acuerdas de Santa Barbara solo cuando truena". Somos de esta manera, porque mientras las cosas nos van bien, no vamos a nadie a darle las gracias, ni a reconocer públicamente lo fenomenal que funciona todo.
Cómo ya se me ve el plumero por otros comentarios, apelo al "yo" responsable; ese que ha desaparecido, casi por completo de nuestra sociedad.
Me pregunto cuanto vale tu firma, tu palabra, tu apretón de manos. ¿Vale de algo? ¿Estás seguro? Esto es lo que se tienen que preguntarse, aquellos que van firmando por la vida sin leer lo que contratan, sin preguntar lo que no saben. Tengo la sensación de que nos da vergüenza reconocer que no sabemos, y cuando nos sentimos engañados, que no significa que lo hayamos sido, tiramos de... yo creía que... me dijeron... me lo aseguraron... confiaba que... Seamos serios.
Y ojo, que yo no digo que en alguna ocasión, de esa manera de afrontar la vida, otros malnacidos se aprovechan, se esconden tras nuestro silencio, juegan con nuestro desconocimiento. Estos villanos no existirían, si nosotros ejercemos nuestro derecho de firmar lo que queremos, y preguntar por aquello que desconocemos.
¿Y qué me dicen de nuestros políticos y de nuestros estamentos gubernamentales? Pues que siempre van por detrás. No confíes nunca en que las leyes salgan antes de los hechos sobre los que van a legislar, van retrasadas, mal redactadas y hacen tabla rasa.

¿En alguna ocasión las "preferentes" no se han vendido correctamente? Sí, pero solo porque te ha tocado algún malnacido trabajando en una oficina bancaria, pero eso no significa que todos los trabajadores de los bancos y sus directivos estaban conspirando contra tu persona para "endiñarte" ese "marrón". Preguntad a la CNMV, porque conocía de sobra, los datos de las emisiones y cómo se estaban vendiendo.

¿Dónde estaban las reclamaciones cuando las cosas les iba bien? Callados, porque estaban obteniendo rentabilidades superiores a las del mercado, algo normal.

¿Quién se está aprovechando de esta situación? Muchos abogados y los señores de ADICAE y AUSBANC. Porque solo te dicen las demandas que han prosperado, pero no te dicen la cantidad de ellas que no han llegado a buen término, sobre todo porque, aunque no lo parezca, seguimos teniendo un estado de derecho, y lo tenemos que defender.

Permitidme un consejo:
Si estáis convencidos de que se llevo a cabo una mala práctica, hablad con vuestro banco. Ninguna entidad; bien sea en la oficina, en el servicio de atención al cliente, o en el defensor del cliente, va a dar por buena, una mala práctica de alguno de sus empleados, y no se gaste un duro en expediciones a los Shangri-La que le vayan vendiendo

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