lunes, 26 de marzo de 2012

El Salvaje oeste Americano, no es tan "americano". Un poquito de historia, para descansar del día a día.

Las crónicas cuentan, que Hernán Cortés desembarcó en la Indias Occidentales con 16 caballos. Seguramente, nunca hemos relacionado aquellas aventuras de los "cow boy", con este conquistador. Aquellos vaqueros llenaban con sus bravuconadas esas pelis magistrales a veces, otras no tanto, del Oeste, que tan buenas tardes nos hacían pasar; primero en los cines, y luego en la sobremesa de los fines de semana, frente a la tele, cabeceando en el sofá, escuchando como se iba alejando lentamente el sonido de tiros y puñetazos.
Pues sí, sin nuestro compatriota, no hubiera sido posible ese género, por lo menos de la forma que lo conocemos. En honor a la verdad, no solo es mérito del caballo; reses y vaqueros procedentes del sur de España, contribuyeron a la forma de vida y a la leyenda de ese Oeste Americano, tan español.

Los colonizadores españoles encontraron en Texas, un paisaje muy parecido al de las marismas del Guadalquivir de donde salieron, por su proximidad con Sevilla, las vacas "mostrencas". Estas vacas, de cornamenta abierta,  mal carácter, bravías y acostumbradas a cierta libertad, las convirtieron en perfectas candidatas para la colonización de las nuevas tierras. Podían sobrevivir sin el cuidado continuo del ganadero, pastando libres en grandes áreas de terreno, durante todo el año. Solo cuando hacía falta, se iba en busca de ellas y se las rodeaba para trasladarlas. ¿Os suena? Sí. El rodeo. El único problema que tuvieron que superar, fue la presencia de coyotes, lobos y pumas. El lobo se convirtió en su peor enemigo, atacando en manadas a las que estaban dispersas. La naturaleza, y un poco de ayuda de los vaqueros, provocaron que solo las vacas con mayor cornamenta fueran siendo seleccionadas, dando como resultado después de muchas generaciones a la "longhorn" tejana; todo un símbolo de ese estado.
Pero lo de los caballos fue una auténtica revolución en aquel continente. Cuando los españoles llegaron, los indios cazaban a pie, y si bien al principio tuvieron temor a los caballos, luego aprendieron a utilizarlo, convirtiéndose en una terrible pesadilla, primero para los españoles, y más tarde para los angloamericanos. Los indios conseguían sus caballos, robándolos de las caravanas, o capturando a los que se escapaban a los montes y se hacían montaraces, mesteños... en inglés: "mustang"
Todo lo que rodea al caballo, lo asimilaron los colonizadores ingleses. Agricultores en su gran mayoría, que adoptaron más tarde todo lo relativo con el uso del caballo; la silla de montar española, diseñada para largas jornadas, el sombrero de ala ancha, la chaqueta corta, las grandes espuelas...

Así que con el paso del tiempo, las herramientas y las prácticas ganaderas andaluzas, terminaron por configurar el mundo del "cow boy" y la leyenda del "western"

¿Qué te parece?

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