domingo, 4 de marzo de 2012

Sí, al cultivo de la marihuana... y ya que se ponen, de la mejor calidad.




Hay dos iniciativas en este sentido: la del ayuntamiento de Rasquera, en Tarragona, y la del País Vasco. La primera es muy concreta, y va dirigida a la posibilidad de que se cultive en su termino municipal, destinando su producción a un club de consumidores. La segunda es más un intento de regulación de su cultivo, en esa comunidad autónoma.
No sé si ha sido porque al final todo el mundo busca salidas para ganarse el "pan", o simplemente tocaba ya; parece más razonable que ha sido la suma de ambas cosas.

La leve línea que delimita la frontera entre la legalidad del consumo de tabaco y alcohol, y el consumo de marihuana tiende a diluirse si se trata el asunto con sentido común. Si nos vamos a las estadísticas, el consumo de alcohol se lleva todas las medallas, con casi un 80% de la población masculina y un 62% de la femenina, frente a una media del 11% de consumidores de marihuana, en el últímo año ¿Alguién puede discutir que los efectos del alcohol unido al del tabaco, pueden llegar a ser más demoledores, personal y socialmente, que el de la marihuana? Yo no lo discuto, y creo que la mayoría de los profesionales médicos, sicólogos y sociólogos, tampoco. Entonces... ¿por qué no agarramos ya el toro por los cuernos, y nos planteamos una legislación seria y que contemple un calendario para la liberalización de su cultivo y venta? Ahora está permitido el consumo, pero no tenemos ningún control sobre su cultivo y distribución. Es un mercado opaco al fisco. Esto es muy relevante. Yo soy el primero que defiende la subida drástica de lo impuestos sobre el tabaco y el alcohol, y eso que soy fumador de tabaco habitual y bebedor ocasional, pero en esto estoy con mi abuelo; el que quiera "vicios" que se los pague. Por otro lado, legalizar la distribución y cultivo, permitiría tener controles sanitarios, acabar con el tráfico ilegal, y socavar el submundo de traficantes y de la delincuencia.

Resumiendo; si damos por sentado que están permitidas algunas drogas, el avance sobre la legalización del cultivo y distribución de la marihuana, contribuiría a:

-- Crear una nueva industria legal. Empleo, investigación, distribución...
-- Aumentar la recaudación fiscal. Necesitamos rebajar la presión sobre los asalariados, a través del IRPF.
-- El control sanitario del producto. A saber lo qué algunos se fuman.
-- Reducir el negocio ilegal. Por lo menos este mercado ya no será rentable.

Lo difícil es educar al ciudadano en la responsabilidad personal, en la búsqueda de la información veraz, en el criterio sobre sus decisiones, en la aceptación de que todo acto, tiene una consecuencia. Es una responsabilidad que, desde mi punto de vista, no reside solo en el Estado; es un deber de la familia  a través de los valores que transmite. Ya sé que esto, a algunos, les suena a "chino".
La droga, en general, es la responsable de llevarse por delante muchas vidas, lo sé. He visto como algunos de mis amigos de la adolescencia caían, acabando con su vida social primero y con su vida física después.

Yo no fumo marihuana, pero si lo quisiera hacer, estaría más tranquilo sabiendo que está regulado su cultivo y que cumple con ciertas garantías sanitarias.

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